Dentro de la empresa que trabajo, nos piden muy amablemente (o lo haces o lo haces!!) que hagamos cursos dentro de la plataforma e-learnig que tiene. Para que los empleados obtengamos nuevas habilidades y reforcemos las que ya tenemos (aja), aprender acerca de los objetivos y productos que ofrece, habilidades financieras, inglés, portugués y muchas linduras mas…
Hoy ha sido muy lindo ver a muchos de mis compañeros decidiendo sobre sus cursos en función de lo que duran mas que por lo que por sus autenticas necesidades.
Pues heme aquí que yo cada que tengo que aprender algo nuevo de la empresa recurro a esta plataforma para ver si hay algo que me ayude, ahí encontré información muy valiosa para mi del modelo COSO I y II, también encontré un curso interactivo para mi N95 y otro de Finanzas para no financieros (este último fue un gran aliviane). Así que para mí el tiempo no se me vino encima ya que tenía varios cursos ya terminados (te exigen dos) y varios más en, valga la redundancia, en curso.
Dentro de uno de los que tengo en curso, estoy tomando uno llamado Optimismo Aprendido. En ciertos puntos me han dado un golpe emocional bien grande, y me explico por qué.
Resulta que según varios estudios, el ser pesimista es en cierta forma, una cajita de confort ya que, aunque ustedes no lo crean (yo no me lo creí de primer momento), el tener pensamiento negativos hace que los demás te perciban como una persona inteligente (así que no soy inteligente??), el pesimismo te ayuda horrores para adelantarte a los problemas que puedan surgir en tus proyectos, y puedes localizar de «antemano» las barreras que tendrás que sortear para sacar adelante lo que te solicitan… peeeeero…
Ser pesimista acaba con tu memoria y tu poder de decisión, va minando tus defensas, hasta que te encuentras en una situación médica real. Bruto!! No me lo creo!! Aun en este momento no me lo creo!!
Y sin embargo tantas personas me han demostrado que es verdad…
Desde hace unos meses que decidí (no por voluntad 100% propia), que había que meterle optimismo en mi vida, ya que gracias a que siempre pensaba en la parte mala, los posibles what if… pues me quedaba sin hacer nada, pero con toda la preocupación del mundo por lo que no hice, que me estaba dando disparos directos a mi psique, a mi salud. Así que alguien me dijo: Sé positiva, y me dio un libro (El Secreto) que si bien se me hizo vomitivo, y no se lo recomiendo a nadie, para que lo siga al pie de la letra, la verdad es que me hizo ver que mi personalidad era no casi, sino totalmente toxica (amiguis cómo me soportaron todo este tiempo???).
Es difícil explicar lo que siento, lo que tengo, es difícil decir que no tenia manera de agradecer lo bueno que me pasaba (que la verdad sea dicha, ES MUCHO!!), ya que sólo me concentraba en lo que no tenia.
No, no estoy curada. No, no estoy viendo cielos azules en todas partes. No, no tengo un verano indomable en mi interior (Sorry Camus). Pero estoy recordándome a mí misma, estoy aun recuperando partes de mi que deje en el camino, ¿Qué pasó en el camino? Pues muchas cosas, muchas tonterías, como tener el síndrome de doncella en apuros, creerme y comprarme el «happy ending» de las telenovelas y los cuentos de hadas, postergar mi vida en pos de la de los demás, con la estúpida esperanza de que después los demás lo harían por mi (postergar su vida)… no saber recuperarme del fracaso.
Pero aquí estoy, recordando lo que solía ser, recordando y haciendo inventario de lo que perdí en el camino y no volverá, viendo que fue lo que dejé de lado pero que aun puedo y merece la pena recobrar.
Until the Dark 